jueves, 1 de diciembre de 2011

Miseria, Desigualdad y Pueblos Originarios Argentinos en Peligro



Resulta denigrante la instrumentalización de la información para mantenernos "dormidos", se nos habla de las miserias principalmente del Este de África, de las personas; hombres, mujeres, niñ@s que mueren por falta de agua y por falta de alimentos en, Yibuti, en partes de Sudán, Etiopía, Kenia, Uganda, etc..., lejos en los países del "tercer mundo" pero se nos ocultan las miserias propias, ya sea en Europa o en América.

En Europa el 12,8% de la población vive en situación de miseria, en España mas del 22,9%, en EEUU hay 46,2 millones de personas pobres. El 15,1% de la población. 49,9 sin seguro médico, de los que 9 millones son niños, cada seis segundos un niño menor de cinco años muere de hambre en el mundo.

En América Latina y el Caribe 190.000 bebes menores de un mes mueren al año, a razón de 16.078 por mes, o 3710 por semana, o 529 por día, o 22 por hora, o 1 cada dos minutos.

En Buenos Aires, más de medio millón de familias viven en una villa miseria más del doble que hace 10 años. Sin techo, sin hogar de calidad, en un barrio marginal y sin ninguna medida de seguridad o protección para su familia, 500.000 personas habitan las 864 villas miseria que colman el conurbano de Buenos Aires.

Sinónimo de favelas o asentamientos humanos, un 33% de América Latina vive en situación de pobreza en estos lugares. Durante los últimos cinco años se formaron 90 nuevas villas en el conurbano bonaerense, en su gran mayoría a partir de la toma de tierras fiscales.

El gobierno argentino, por ejemplo, compara permanentemente los datos actuales con aquellas imágenes del momento más duro de la crisis del 2001/2 cuando la "convertibilidad" se desmoronó. Sin embargo, se oculta que desde los años 2007-2008 las variables que miden la situación social se encuentran estancadas sin mejoras sustantivas en niveles similares a aquellos que mostraban en la década de los años noventa.

Los datos muestran que la pobreza por ingresos, afecta a mas del 24% de la población un valor similar al que se observaba a fines del 2006, y similar también al dato existente en los años 90s, antes de la crisis.

Uno de los factores con respecto a la pobreza y la desigualdad, además, evidentemente del paro,  son las condiciones de trabajo de una parte significativa de la fuerza de trabajo compuesta por asalariados no registrados y trabajadores por cuenta propia, los cuales obtienen salarios que no alcanzan a cubrir las necesidades económicas de sus familias ni gozan de beneficios sociales algunos, esto en las zonas llamadas "desarrolladas".

Existen 600.329 personas que se auto-reconocen como Indígenas y perteneciente a 30 Pueblos Indígenas según la Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI) del INDEC. De ellos, casi un cuarto de los hogares (23.5%) se encuentran con las necesidades básicas insatisfechas. Las provincias que muestran los mayores niveles de NBI en los hogares indígenas son: Formosa (74.9%), Chaco (66.5%) y Salta (57.4%).

En muchos territorios de Argentina las niñas, niños y adolescentes indígenas viven en condiciones de extrema pobreza, conviven con insuficiente atención de los servicios básicos o ausencia de los mismos, están expuestos a contaminantes, la violencia, el abuso y la explotación.

Esta experiencia de marginación vulnera sus derechos y los pone en situación de exclusión social y extrema vulnerabilidad.

MEMPO GIARDINELLI (escritor y periodista nacido en el Chaco en 1947. Luego de estar exiliado en México por ocho años, volvió al país durante el gobierno de Alfonsín. Ha ganado varios premios y sus obras se han traducido a varios idiomas. Sus artículos, novelas, ensayos y cuentos han sido traducidos a una docena de lenguas.)


Ha escrito recientemente: 

En estos tiempos el Chaco concita la atención de todo el mundo.
Prensa y televisión global vienen a mirar los estragos de la desnutrición que afecta a miles de aborígenes en los bosques que se conocen – ya impropiamente – como El Impenetrable. 
Mi colega y amiga Cristina Civale, me invita a acompañarla. No es la primera invitación que recibo, pero sí la primera que acepto. Rehusé viajar antes de las recientes elecciones, porque, obviamente, cualquier impresión escrita se habría interpretado como denuncia electoral. Y yo estoy convencido, desde hace mucho, de que la espantosa situación socioeconómica en que se encuentran los pueblos originarios del Chaco, y su vaciamiento sociocultural, no son méritos de un gobierno en particular de los últimos 30 o 40 años (los hubo civiles y militares; peronistas, progresistas y radicales) sino de todos ellos. 
Aunque el frente del hospital está recién pintado, detrás hay un basural a cielo abierto en medio de dos pabellones. Vidrios y muebles rotos, escombros, radiografías, cascotes y deshechos quirúrgicos enmarcan las salas donde los pacientes son sólo cuerpos chupados por enfermedades como la tuberculosis o el Chagas. Me impresiona la mucha gente que hay tiradas en los pisos, no sé si son pacientes o familiares, lo mismo da. 
Entramos -nuevamente por atrás- al Hospital de Castelli, que se supone atiende al 90 o 95 por ciento de los aborígenes de todo el Impenetrable. Lo que veo allí me golpea el pecho, las sienes, los huevos: por lo menos dos docenas de seres en condiciones definitivamente inhumanas. Parecen ex personas, apenas piel sobre huesos, cuerpos como los de los campos de concentración nazis. 
Una mujer de 37 años que pesa menos de 30 kilos parece tener más de 70. No puede alzar los brazos, no entiende lo que se le pregunta. Cinco metros más allá una anciana (o eso parece) es apenas un montoncito de huesos sobre una cama desvencijada. El olor rancio es insoportable, las moscas gordas parecen ser lo único saludable, no hay médicos a la vista e impera un silencio espeso, pesado y acusador como el de los familiares que esperan junto a las camas, o tirados en el piso del pasillo, también aquí, sobre mantas mugrientas, quietos como quien espera a la Muerte, esa condenada que encima, aquí, se demora en venir. Siento una furia nueva y creciente, una impotencia absoluta. Le pregunto a una joven enfermera que limpia un aparador vidriado si siempre es así. 
Siempre”, responde irguiéndose con un trapo sucio en la mano, “aunque últimamente han sacado muchos, desde que empezó a venir la tele”. Es flaquita y tiene cara de buena gente: se le ve más resignación que resentimiento. Son 44 enfermeros en todo el hospital pero no alcanzan para los tres turnos. Trabajan ocho horas diarias cinco días por semana y cobran alrededor de mil pesos los universitarios, y menos de 600 los contratados, como ella. Los días de lluvia los techos se llueven y esto es un infierno, dice y señala los machimbres podridos y los pozos negros saturados que revientan de mierda en baños y patios. Y todo se lava con agua, nomás, porque “no tenemos lavandina”. Camino por otro pasillo y llego a Obstetricia y Pediatría. Allí todos son tobas. Una chiquilla llora ante su hijo, un saquito de huesos morenos con dos ojos enormes que duele mirar. Otra joven dice que no sabe qué tiene su nena pero no quiere que muera, aunque es obvio que se está muriendo. Hay una veintena de camas en el sector y en todas lo mismo: desnutrición extrema, mugre en las sábanas, miles de moscas, desolación y miedo en las miradas. Después viajamos otra hora y el cuadro se hace más y más grotesco. Paramos en Fortín Lavalle, Villa Río Bermejito, las tierras allende el Puente La Sirena, los parajes El Colchón, El Espinillo y varios más. Son decenas de ranchos de barro y paja, taperas infames donde se hacinan familias de la etnia Qom (tobas). Todas, sin excepción, en condiciones infrahumanas.
Digan lo que digan, estas tierras -más de tres millones de hectáreas- fueron vendidas con los aborígenes dentro. Son varios miles y están ahí desde siempre, pero no tienen títulos, papeles, ni saben cómo conseguirlos. Los amigos del poder sí los tienen, y los hacen valer. El resultado es la devastación del Impenetrable: cuando el bosque se tala, las especies animales desaparecen, se extinguen. Los seres humanos también. Y aunque algunas buenas almas urbanas digan lo contrario, y se escandalicen ciertas dirigencias, en el ahora ex Impenetrable chaqueño palabras duras como exterminio o genocidio tienen vigencia.
Desfilan ante nuestros ojos enfermos de tuberculosis, Chagas, leishmaniasis, niños empiojados que sólo han comido harina mojada en agua, rodeados de perros flacos, huesudos y ojerosos como sus dueños. Se llaman Margarita, Nazario, Abraham, María y lo mismo da. Casi todos dicen ser evangelistas, de la Asamblea de Dios, de la Iglesia Universal, de “los pentecostales” o “los anglicanos”. 
Involuntariamente irónico, evoco a Yupanqui: “Por aquí, Dios no pasó”. Al caer la tarde estoy quebrado, roto, y sólo atino a borronear estos apuntes, indignado, consciente de su inutilidad. Al partir de regreso veo en un caserío un cartel deshilachado por el sol: “Con la fuerza de Rozas, vote lista 651″. Y en la pared de un rancho de barro, seguramente infestada de vinchucas, veo un corazón rojo como el de los pastores mediáticos brasileños de “Pare de sufrir”. Abajo dice: “Chaco merece más. Vote Capitanich”. A unos 400 kilómetros de aquí el escrutinio final de las elecciones avanza lenta, nerviosamente. En alguna oficina el ministro de Salud de esta provincia seguirá negando todo esto, mientras el gobernador se prepara para ser senador y vivir en Buenos Aires, bien lejos de aquí, como casi todos los legisladores. 

¡Nunca antes, el Chaco ni este país me habían dolido tanto.!!! 





Un niño que muere de hambre es asesinado, el orden del mundo tal y como esta en la actualidad no solo es mortifero, sino también absurdo, ya que mata sin necesidad" Jean Ziegler (relator especial de la ONU).

Los Pueblos Originarios son un ejemplo para el Planeta en su defensa de la Tierra, hoy mas que nunca, al margen de ideologías, prima la lógica humana en sus actitudes, su coherencia se constata aun mas en estos días, mientras en Durban (Sudafrica -28/11 - 9/12 2012) se Celebra la Cumbre del Clima (COP) y se escucha decir en televisión (28.11.2011 - noticias de las 15:00h de la RTVE 1 en España*) las mismas palabras que dijo Ricardo Lagos Escobar ex Presidente de Chile y enviado especial por el cambio climático de la ONU durante una jornada de conferencias sobre calentamiento global organizado por INIA Carillanca, la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales y el Gobierno Regional de Chile en la Universidad de la Frontera:
   
La posibilidad de llegar a un punto de no retorno en materia de cambio climático comienza a ser más que una idea alarmista. Los científicos advierten que si no se reducen las emisiones de gases invernadero el 2015 -o en caso límite el 2020- el planeta se enfrentaría a una situación complicada e irreversible.

* En la televisión publica Española se dijo que a partir de 2015 podemos entrar en un proceso de "no retorno" para el Planeta.



Solidaridad y ayuda mutua entre las personas y los pueblos del Planeta.